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viernes, 24 de diciembre de 2010

¿Por qué me gustan tanto las novelas coreanas?

Mi adorable Sam Soon
Lo admito, me gustan las novelas coreanas. Díganme cursi, romántica, infantil, lo que quieran. Lo que digan no va a cambiar este hecho. Hasta mis hermanos se preguntan cómo puedo pasar de los clásicos de la literatura y de las buenas películas, a estas historias trilladas e inocentes que oscilan entre 16 a 20 capítulos. Pues bien, creo que es mi derecho. Si un distinguido novelista puede disfrutar de su dosis de películas de bajo presupuesto, donde las balas, las persecuciones y los muertos por doquier se suceden de manera vertiginosa, yo puedo ver estas simpáticas historias de amor.

Chae Rim Park y Jang Dong Gun en Todo sobre Eva
Esta supuesta infección, de la cual no me quiero curar, empezó con Todo sobre Eva (irónicamente, gracias a uno de mis hermanos) y ha proseguido con algo más de diez títulos: Un deseo en las estrellas, Canción de otoño, Sonata de invierno, El príncipe del café, La reina de las esposas, El fénix, Mi adorable Sam Soon, Escalera al cielo, Full house, Pasta in love, entre otras.
Claro que, no todas me han gustado por igual, pero en general las prefiero antes que cualquier novela mexicana, colombiana, argentina, venezolana, brasileña o peruana. Y las razones son éstas:

1º Su corta duración. Como lo señalé anteriormente, las novelas coreanas no duran más de 20 capítulos, a diferencia de las demás, que son de por sí extensas y cuya trama, al principio interesante, se comienza a llenar de situaciones inverosímiles, que se alejan del perfil original de los personajes y que nos obliga a estar enganchados por más tiempo del que disponemos. Por ejemplo, habiéndome gustado mucho la versión de Corazón salvaje con Eduardo Palomo y Edith González, considero que, luego de la consolidación de la relación de Juan y Mónica, muchos capítulos fueron innecesarios para el resto de la historia.

2º El respeto al presentar las relaciones amorosas. En estas novelas escasamente se ven escenas de besos y casi nunca existen situaciones explícitamente sexuales, lo que refleja lo conservadora que es la cultura coreana. Por lo mismo, al eliminar en gran parte de sus historias la tensión sexual, se esfuerzan por desarrollar y mostrar los sentimientos de los personajes, dejando que el público complete lo que sucede o sucederá en la alcoba. Por si acaso, no es que me desagraden las escenas de sexo, sin embargo, es refrescante ver algo distinto al facilismo con el cual se cuentan las historias en la actualidad, donde abundan las escenas de cama y los enredos sexuales (como si fuera el Royal rumble de la WWE). La forma coreana de presentar el romance, donde el gesto, la mirada, la palabra y el silencio son indispensables para entender las motivaciones de los personajes, es muy similar a las heroínas y los galanes de las novelas de Jane Austen.

Jang Dong Gung
3º La lealtad en el amor. No es que en estas novelas no exista infidelidad, en muchos casos la hay, pero aquellos personajes que la cometen, no terminan bien o tienen que asumir las consecuencias de sus actos. El haber hecho sufrir al prójimo se convierte en un estigma. Por el contrario, el que ama con sinceridad y respeto, al final será recompensado. Esta característica me trae a la memoria las palabras de la madre de una amiga: 'no se puede construir la felicidad sobre la desdicha de los demás'. En Todo sobre Eva, por ejemplo, el galán Hyung Chul ama a Sun-Mi y la espera, por lo que no sucumbe ante los encantos de Young-Mi, es decir, no necesita estar con otras mujeres mientras su amada lo acepta.

4º No existe solo bueno y lo malo. Algo muy típico en las demás novelas es la polarización de los buenos y los malos. En las novelas coreanas el 'malo' o 'el bueno' no lo es por completo, siempre tienen rasgos intermedios que responden a sus vivencias previas.

Hyun Bin Kim Sun Ah en Mi adorable Sam Soon
5º Las mujeres no solo buscan el amor de pareja. Las heroínas coreanas aman pero también tienen aspiraciones personales y familiares que desean alcanzar y no están esperando que la presencia de sus amados las definan como personas. En Mi adorable Sam Soon, Sam Soon soporta la incapacidad de Jin Hun al expresar sus sentimientos y se sobrepone al abandono, intentando ser feliz y realizándose como repostera.

6º La presencia de la música. Las melodías que acompañan las novelas coreanas, ya sea incidentales o las canciones, son realmente conmovedoras. Trabajan con mucho cuidado las bandas sonoras, casi como si se tratara de una película. Además, la mayoría de las personajes cantan o tocan instrumentos en algún momento de la trama, lo que me lleva a la conclusión que valoran mucho la música.

Clazziquai Project (Alex Chu, DJ Clazzi y Horan)
7º El cuidado en la escenografía y las grabaciones en exteriores. Me he quedado muy impresionada con los paisajes y las construcciones de este país, los cuales se reflejan en cada una de las novelas.

8º El respeto por las costumbres y las tradiciones. Puede ser que no estemos de acuerdo con ellas por ser demasiado anticuadas y conservadoras, pero igual resultan curiosas e interesantes por su contraste con la modernidad reflejada a nivel tecnológico y arquitectónico.

Kwon Sang Woo
9º La belleza de los actores y las actrices . Considero que la belleza es diversa y no puede responder a patrones determinados, pero estamos tan acostumbrados a los cánones occidentales que, al principio, los actores y actrices me parecían demasiado comunes y no tan atractivos, sin embargo, ahora puedo apreciarlos e incluso admirar sus rasgos faciales y su constitución física. Algunos han recurrido a la cirugía plástica para occidentalizarse, lo que realmente me parece innecesario. Por lo general, son delgados debido al tipo de alimentación que consumen y son fanáticos de los ejercicios al aire libre y en gimnasios. Quizás para los varones las actrices les parecerán poco exhuberantes, pero tienen un encanto especial.
Song Hye Kyo
En el caso de los actores, realmente sorprende lo frágiles que se les ve vestidos, pero cuando por alguna razón tienen que desvestirse, llama la atención lo bien que trabajan su cuerpo sin llegar a excesos. Además, tienen sentido de la moda y a la vez son muy arriesgados y vanguardistas respecto al uso del color y los estilos.


Es muy cierto también que hay aspectos que me desagradan, como el excesivo dramatismo, las escenas en los baños, el machismo, el excesivo control de los padres respecto al destino de los hijos, sin embargo, en conjunto son mucho más los puntos a favor de estas dulces, ingenuas y coloridas novelas del lejano país de Corea del Sur.